UNA DUCHA DEFINITIVA

Este relato surgió como la aceptación de un desafío. Una amiga me dijo que por qué no me inventaba una historia, que tenía que cumplir una condición: se desarrollaría en una bañera. Con un puntito (muy pequeño) de maldad, escribí ésto . Una ducha definitiva “No me lo puedo creer. Esto no me puede estar pasando” pensaba Linda. Estaba literalmente aplastada entre la pared de azulejos de la bañera y el cuerpo de su compañero. Había tenido fantasías con él, no iba a negarlo, pero no era así como lo había imaginado. Tenía calor, mucho calor y cada terminación nerviosa de su cuerpo era consciente de su presencia. Con la intención de relajarse, apoyó la cabeza y cerró los ojos, recordando como habían llegado a esa situación. Veinte minutos antes — Linda, si quieres que lo demostremos, tenemos que hacerlo –la voz de Max, su compañero, sonaba totalmente decidida. — ¿No es un poco arriesgado? –no estaba del todo convencida. — Si queremos ganar, tenemos que arriesgarnos. De todas ...